Euristeo que estaba celoso por la fama y la gloria que Heracles había conseguido realizando sus tareas, que le dió una tarea que el consideraba que no iba a salir vivo: traerle a Cancerbero, el perro que custodiaba el infierno. Se dirigió al Sur del Peloponeso donde había una puerta que conducía al Tártaro. Allí le esperaba Hermes que le condujo a través de los infiernos hasta Hades. Durante el camino se encontró con los fantasmas de monstruos y héroes, uno de los cuales, Meleagro, le dio un mensaje para su hermana Deyanira. Cuando consiguió llegar hasta Hades, el dios por su osadía de entrar en sus dominios, cerró la salida de los infiernos pero Heracles le disparó una flecha al hombro produciéndole tal dolor que el dios le dejó libre el paso. Hades dejó que Heracles se llevara a Cerbero.
lunes, 24 de octubre de 2011
La captura de Cancerbero
Publicado por Norma Gabrielle Queiroz Silva en 19:33
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2 comentarios:
Bien, Norma, te pasa lo que he dicho esta mañana en clase: echo en falta el toque periodístico.
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